En el rincón de mis noches

¿Seguiré perdiendo en esta guerra? ¿Terminará este juego de tu mentira y mi verdad a cuestas?; la esperanza en este juego declina recurrentemente, que mas da si te volverás a ir.



Mendigo algunos segundos el roce de tu voz, quizás el silencio sea la cura necesaria, y alguién dice que no me susurras por no hacerme un daño más. Ya no importa el daño, haré una cuenta regresiva a mis días cuando ya solo quede poco de mis ruinas, y si te vuelvo a descubrir encontraré mi razón ser que ahora anda muy perdida en un laberinto, yo no soy Perseo.



No quiero ser solo un recuerdo o una resaca de tus dias felices, ¿Dónde fue que te perdiste? ¿cuándo fue que te extravié? Ya no te encuentro recostada aquí en mi pecho, ¿volveré a navegar en tus mares? ¿espero tu regreso? ¿esperas mi intento fallido de volver?



Un retazo de mi pequeña canción, esa que habla de esa lejana noche en que te acurrucabas bajo la sombra de un beso, escapaste de esa sombra, y ahora este abismo sin fin se pregunta si al naufragar te esquivaron esos deseos desiguales, ¿olvidaste tus recuerdos, tus cantares?



Cuéntame si volviste a recitar ese verso que deje tatuado en tu pecho con la tinta de mi oración, cuéntame si el horizonte ocultó tu camino y tu destino, pensar que aún amo esos vericuetos en donde nos aventurabamos como en una historia sin fin, casi ciegos, casi atados, como en un universo insondable, naufragando alegremente en nuestros abrazos, en aquella estela que nos guió por senderos plagados de nuestros pasos.

Pudiste dejar de lado esas nubes borrascosas que te atormentaban, para andar conmigo bajo una noche traviesa y plagada de esperanzas, te convierto en una canción que no te ha de rozar, y me vuelvo a sentir abandonado pero regresaré en mi fallido intento por cultivar en tu rostro alguna sonrisa que ha de llegar hasta mis ojos y seré muy feliz dentro de mi pequeña eternidad que se resumen en el parpadear de tus ojos y se fundamenta en el grito tan callado de tu mirar.