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miércoles, 3 de junio de 2009

Mi problema con el Sexo

Caso 1:

Ella tiene sus cabellos negros que descansan onduladamente sobre sus hombros, usa lentes de contacto que hacen que sus ojos tomen la textura de un verde esmeralda que logran impactarme inmediatamente, lleva un vestido suelto de color gris -muy sugerente por cierto- que hace que sus curvas traseras se noten ligeramente, miro sus pechos y noto que son pequeños pero el vestido que lleva hoy los hacer ver perfectos.

No tiene un rostro lozano pero me gusta como luce hoy, -colchonablemente bella diría yo- no estamos solos y tengo la impresión que el chico que está a su lado es su enamorado.

Ella no le cae bien a 2 chicas del grupo, yo aún no le digo pero me animaré a hacerlo en algún momento, percibo un dejo extraño en su voz, ¿será que es de otro país?, parece una chica “High People” pero no me importa, yo solo quiero tener un “High orgasm” con ella, Ay Manuel! No fantasees mucho y mejor abre la boca: "Tu eres extranjera?" y ella responde con una sonrisa altiva: "No, soy bien chiclayana" y empieza a caerme bien aunque ya no tanto y es que ahora estoy seguro de que el chico que siempre esta al lado de ella es su enamorado y que con él hace realidad todo lo que yo imagino hacer hoy con ella.

Mi apetito sexual se ve un poco mermado con tan solo verlos tan juntos a ellos dos. Ahora estamos tomando un vino, estoy sentado a su lado y empiezo a hablarle, y vuelven las -casi imperiosas- ganas de explorar con mis labios ese universo de pequeñas 2 montañas y ese valle que esconde bajo el vestido.


Extrañamente me tengo fe el día de hoy, sé que hallaré la manera de deslizar sus ropas por su piel mientras que con una mano acariciaré su trasero o “nalgamenta” (para que suene bonito) y con mis dedos amasaré su pezón izquierdo, si! el izquierdo (del cual dicen que es mas sensible que el derecho y yo puedo dar fe de ello).

He logrado caerle bien, y eso me emociona mucho, ella se deja llevar por mis palabras de seductor y galán reprimido, pero mi mirada tropieza con la de él y vuelvo a quedarme callado. Es hora de irnos, ya son las 2:00 am, nos vamos en un taxi los 5, dejamos a las 2 chicas en su casa y nos quedamos en el taxi la chica de la simbiosis cuerpo-vestido sugerente, su enamorado y yo, y se me ocurre la deslucida idea de preguntarles: "y cuánto tiempo tienen de enamorados?" y ellos tienen la muy brillante respuesta en un coro unísono: "NOOOO! no somos enamorados, solo somos amigos".

Ohh cielos!!! La libido aflora, todo está conspirando en mi favor, el chico baja antes que ella y yo le prometo acompañar a su amiga hasta su casa. Claro que la voy a acompañar! la acompañaré en cada gesto, en cada caricia y en el mas próximo despertar y hasta ahí nomás.

Empiezo a hablarle de cualquier cojudez hasta que llegamos a su casa, bajamos del taxi y de sus labios que parecer invitarme a un delicioso banquete puedo escuchar un: "Aún es temprano, nos quedamos conversando un ratito?".

Empiezo a besar sus labios de 26 años, y yo que tengo 21 demuestro todo lo aprendido en las artes del "buen beso", técnica, rapidez, aceleración y duración se concatenan bastante bien, transgredí su boca hasta casi llegar a su garganta, nuestras lenguas intercambiaron rápidos movimientos zigzagueantes hasta que ella se detiene y logro escuchar un: "que rico besas" y mi ego se siente complacido, mas no halagado ya que el sabe que beso muy bien.

Ella vive en un tercer piso, y mientras llegamos a el empieza a contarme algo que no recuerdo mucho, y yo solo he logrado guardar su: “Mis viejos se han ido a Piura”. Y luego de saber que haremos el amor sin compromiso de por medio, bueno! si! hay un compromiso y es el compromiso de estar a la altura de las circunstancias; no estoy enamorado de ella ni nada parecido, y ahora que estamos tan solos cambiaré el fantaseante realismo por esta placentera realidad.

Yo estoy muy seguro de mí, no tengo miedo al pensar que ella es mayor que yo y que debe saber mucho más de placeres sexuales que yo. Se enciende su sala y ella señala la puerta de su cuarto, memorizo el recorrido para llegar hacia allá y apago la luz...

La vuelvo a besar, me envuelvo en su cintura y mis manos bordean todo su cuerpo, la despojo de su vestido y entramos a su habitación, nos desnudamos prenda a prenda, intercambiamos fantasías, ella es una Venus en llamas y yo avivo mas esa llama y ahora somos dos cuerpos incandescentes en medio de la obscuridad.


Han pasado ya 3 horas y estamos extenuados, ha sido una gran noche, ella está dormida, y yo busco mi ropa mientras pienso en que lo he hecho mas que bien y que no siento ningún remordimiento por haber hecho el amor con alguien que apenas conozco hace unas cuantas horas, total! ¿Qué más da? He disfrutado minuto a minuto sus movimientos cual ritmo de merengue, cada fricción, cada gesto, caricia, su voraz apetito, mi alimento, su último suspiro, cada orgasmo.



Caso 2:

Cuando la vi y cuando conversé por vez primera con ella, se despertó algo en mi porque sentí que era ella la mujer que había estado esperando desde hace mucho, amor a primera vista le llaman algunos, yo creo que tiene algo que ver con el subconsciente, uno tiende a idealizar a la mujer perfecta y cuando la encuentras PLAF!!, yo sentí dinosaurios en el estomago al verla, era tan hermosa (para mi), sus cabellos eran preciosos, ella era mi soledad hecha mujer y la tenía frente a mi.


No contaré las 2 veces en que la volví a ver, tampoco diré que jamás imaginé que ella se fijaría en mi ya que la veo tan linda y rozagante y que yo soy solo un vagabundo. Pero extrañamente la veo contenta a mi lado y todo hasta que nos besamos.

Logré mi cometido, ahora somos enamorados, estoy demasiado feliz, no quiero despegarme de ella, la abrazo mucho, me encanta besarla, y la estoy besando ahora pero solo quiero eso, solo besarla y disfrutar de sus labios, noto en ella las ganas de decirme: “Manuel, quiero hacer el amor contigo”, ella está dispuesta a todo esta noche pero yo solo quiero abrazarla y besarla, quiero redundar en sus labios!, pero me cago de miedo! de acariciar su “sensibilidad”, sé que ella espera a que le diga:"Vamos a alquilar un cuarto", pero yo no puedo.

Ella arremete de nuevo y me dice: "Me quedo contigo hasta mañana si quieres" y yo le respondo tímidamente: "No no, ya es tarde, es mejor que vayas a tu casa"; que huevón no? Pero en ese momento hay algo en mi que no me deja traspasar esa barrera del: "respétame", ella no quiere que la respete y lo que pasa es que la quiero un culo! es la chica por la que tanto he esperado y no puedo mezclar el amor con el sexo.

Ella se va en el taxi... y yo estoy contento, no he podido dormir de tanta pensarla y de tanto pensar en que encontré por fin a quien tanto esperé.

Han pasado un par de semanas y he cedido un poco en mi aversión al sexo con ella, ya estamos en el "cuarto", y me siento tan acojonado que empiezo a temblar, no puedo desenvolverme como normalmente lo haría con alguien de quien no estoy enamorado; no sé como empezar a desvestirla, le pido que por favor que apague la luz ya que me da un poco de vergüenza hacerlo con luz encendida. Me siento un primerizo, ella empieza a besarme, a tocar mi espalda y vuelvo a temblar, la beso muy pausadamente y ya no sé que mas hacer; en realidad si sabría que hacer pero hoy tengo miedo, me cuesta mucho hacer todo esto.

Ella debe de estar decepcionada, pero la he notado feliz, no he dado todo lo que puedo dar en la cama, he hecho el amor con ella muy detenidamente como quien no quiere la cosa y he tratado de disimular mi miedo, y he seguido su ritmo lento y pausado, quizás si ella hubiera intentado ser más atrevida, mas avezada, quizás si ella hubiera encendido toda sus ganas yo hubiera podido hacerlo también, lo que pasa es que ella me gusta demasiado y soy feliz abrazado a su vida.