feed

miércoles, 25 de febrero de 2009

Hoy

Hoy siento la imperiosa necesidad, que había perdido hace mucho tiempo, de escribir.

Hoy y desde hace unos días me he sentido solo, demasiado solo; dicen que el tiempo cura las heridas y yo no le quiero creer aún.
Recordé que amaba a una chica y que ella me amaba mientras leía la tarjeta que alguna vez me regalo donde ella prometía amor eterno y yo le creía y yo adoraba creerle todo.

Pienso en ella cada vez que me siento solo, cada que se me agotan las posibilidades de querer a otra persona, cada vez que presiento y siento que no doy la talla ante una chica o cuando somos tan distintos.

Hoy vi a una chica con la que estuve hace poco y la vi besándose con un chico, y sentí una especia de basurita en el ánimo, pero ahora que escribo quisiera que ella este bien, que el chico sea lo que ella merece y ella merece mucho.

Hoy me desperté muy contento, me emociona el que mi amiga Karla Diaz se haya tomado la irreverencia de ponerme entre sus amigos principales, y como si eso fuera poco ayer dijo que extraña conversar conmigo, y tratándose de ELLA! La silenciosa! pues sus palabras toman más valor aún.

Hoy pensaba muchas cosas, pensaba en “estoy solo y estoy lejos de alguna historia de amor”, y también pensaba que a lo mejor soy muy pesimista y no me doy cuenta de las cosas, quizás si haya alguien, quizás Si hay historia pero tengo miedo de creérmela, quizás las cosas caigan por su propio peso, quizás todo sea mentira, quizás todo esto no exista, lo mas seguro es que “quien sabe”, solo espero estar haciendo bien las cosas.

Hoy recuerdo que todas mis enamoradas me dejaron y que cada vez le tengo más temor a decir un: “Oye me gustas un montón!”, soy muy orgulloso! Muy temeroso!, no podría decirle eso a una chica, no me siento seguro, Ay!!! Soy caso perdido, solo espero que alguien me encuentre, que me de señales! No es tan difícil!,

Hoy necesito respirar y solo encuentro arena, quiero una historia, quiero escuchar de alguien un “Te Amo Manuel”, y me acuerdo de tus promesas.

Quiero creer nuevamente en el: “Ya llegará alguien” o lo que sería mucho mejor: “Ya llegó”

Hoy presiento que ya no caerán lágrimas, pues me basta con mis palabras.